Sabemos que la palabra trauma asusta o parece algo muy grave, porque la asociamos a los sucesos más devastadores como: un abuso sexual, un padre/madre alcohólicos, haber sido víctima de violencia de pareja, maltrato físico o psicológico, ataques terroristas, desastres naturales, entre otros. Pero cabe decir, que la palabra trauma, proviene del griego y quiere decir “herida,” pero en psicología la podemos utilizar para definir cualquier vivencia de alta intensidad emocional en las que nos condicionará de manera negativa en nuestra vida. Así que la palabra trauma podemos decir que es una herida emocional y que puede deberse por algo más cotidiano como: un duelo, una relación de pareja, un divorcio, una enfermedad que podamos vivir en primera persona o de alguien cercano, accidentes laborales o de tráfico, bullying, haber cargado con alguna responsabilidad que por edad no nos tocaba, o incluso de alguna situación en la que en algún momento en nuestra vida nos hizo sentir en peligro, entre muchas otras situaciones.

Las heridas emocionales son las secuelas psicológicas de todo aquello que vamos experimentando a largo de todos los acontecimientos de nuestra vida. Son heridas sin curar que cargamos en nuestra mochila emocional. A veces, no tienen nada que ver con lo que ocurrió objetivamente, sino cómo lo interpretamos o cómo procesamos esa información. A veces, un mismo recuerdo o una situación específica de nuestra vida repetida en momentos diferentes en el tiempo, como por ejemplo superar el duelo de una persona cercana, lo podemos procesar de forma diferente según cómo y en qué momento vital estemos.

En muchas de las ocasiones, nuestro cerebro intenta sobrevivir a esas heridas y tiende a esconder el trauma para que nos afecte lo menos posible en ese momento. Pero guardamos y congelamos aquello que pasó porque nos da miedo afrontarlo, o simplemente, porque en su momento no teníamos las estrategias de afrontamiento necesarias para hacerlo. Entonces a veces esa herida emocional se empieza a manifestar con sintomatología muy diversa en momentos que puede ser que no lo esperábamos. Así que te vamos a explicar qué es la técnica EMDR y cómo ésta te puede ayudar a deshacer esos nudos emocionales. Soltar el lastre del pasado puede cambiar el modo radical en el que vivir el presente.