Caso 1 – Alejandro – 15 años con ansiedad

Hola, soy Alejandro y tengo 15 años.

Últimamente, siento que algo no está bien conmigo. Desde hace meses, tengo una sensación extraña en el pecho, como si estuviera apretado todo el tiempo. Me preocupa todo: si voy a sacar malas notas, si mis amigos van a dejar de hablarme, o incluso cosas tontas como si voy a decir algo equivocado en clase. No puedo dejar de pensar en eso, y aunque trato de distraerme, mi mente siempre regresa a lo mismo.

Por las noches es peor. Cuando intento dormir, mi cabeza no para. Me quedo dando vueltas en la cama pensando en todo lo que tengo que hacer y puede salir mal. Pienso que pasará si sale mal, si hago una cosa u otra. Imagino situaciones posibles pero todo se me hace un mundo.

Mis padres siempre me dicen que no tengo otra cosa que hacer más que estudiar para mi futuro, que ese es mi trabajo y que debo pensar solo en eso, pero lo hago y lo hago y solo me aumenta la presión en el pecho. Quiero dejarlo todo y huir, y lo veo todo negro. Me siento vacío. Sé que lo hacen por mi bien, pero siento que no puedo cumplir con todo, es demasiado, como si no tuviera vida. Pienso que soy un desastre, que no puedo, como si nada de lo que hago fuera suficiente.

Fui al médico, me hicieron pruebas de todo tipo, pero me dijeron que todo estaba bien, así que no entendía por qué me estaba pasando eso. También tengo dolor de estómago a veces y la cabeza me duele. Pero todas las pruebas salieron bien y me insinuaron que me lo inventaba, eso me hizo sentir peor.

Lo peor es que siento que nadie me entiende, que no me escuchan, como si todo fueran tonterías. Escucho que me dicen «tranquilízate» o «no es para tanto», pero si pudiera, y si pudiera. lo haría. No quiero sentirme así, es horrible.

Ahora estoy haciendo terapia y estoy aprendiendo a hablar de esto, a pedir ayuda, y como hacerlo. No es fácil, pero estoy mejorando. Mis síntomas están bajando y ahora puedo pensar sin empeorar.

Con mi insistencia, mis padres se dieron cuenta de que algo estaba mal y me llevaron al psicólogo. Al principio, me sentí raro hablando con alguien que no conocía, pero rápido vi que me iba bien, que me ayudaba y me relajaban. Me explicó que lo que siento es ansiedad, y que no estoy solo; es algo que les pasa a muchas personas.

También ayudaron a mis padres a entenderme y escucharme, e incluso a comunicarse conmigo. Ahora todo es mucho más fácil.

Ahora estoy aprendiendo cosas para manejar la ansiedad y poder trabajar mis pensamientos que me hacen sentir mal y emociones que me provoca pensar que todo va a salir mal.

Mis padres también están cambiando mucho. Ahora se dan cuenta de que me presionan demasiado y que pueden hacerlo mejor. Ahora se que solo miran por mi y por que yo me encuentre bien.

Mensaje clave para Adolescentes: La ansiedad nos invade y nos bloquea. Podemos pedir que nos lleven al psicólogo. Nuestras emociones son válidas y no tenéis porque vivir así.

Mensaje clave para padres: La ansiedad en adolescentes es real y puede afectar a su día a día. Escuchar, validar sus emociones y buscar apoyo profesional puede marcar la diferencia.

Este caso es una representación de muchos casos que vemos a diario.